Pensando en el derbi del domingo ante el Betis, Sampaoli puso en liza un once en el que reservó a algunos de sus titulares, como Gudelj y Lamela, y con extremos atípicos como Rafa Mir y Acuña, dejando al Papu Gómez como hombre más adelantado en un bloque, eso sí, muy replegado ante un City también con jugadores no habituales y un par de jóvenes como Lewis y Palmer que llevó el peso del partido desde el inicio.
Rafa Mir celebra su gol contra el City
Los de Guardiola, no obstante, tuvieron problemas desde el inicio para penetrar en la tupida defensa planteada por Sampaoli. Apenas una combinación entre Foden y Gündogan que culmino éste ligeramente fuera ante Bono fue la única ocasión de los ingleses, mientras que el Sevilla inquietaba en contraataques aprovechando la potencia de piernas de Rafa Mir. Éste avisó con un cabezazo y de esa forma, con la testa, marcó en un córner botado por Isco y que encontró al murciano sin marca en la defensa en zona de los citizen. El Sevilla había logrado lo más difícil, ponerse por delante en el feudo del City, aunque la mala noticia era que no servía para nada.
Para colmo, Marcao se iba lesionado al filo del descanso en una acción en la que notaba un desgarro, por lo que se agravan los problemas en la defensa de cara al derbi y a lo que resta antes del Mundial.
Marcao se retira lesionado
Y con Gudelj por el brasileño la defensa hacía aguas en cuanto el City apretaba en la segunda parte.
En el minuto 52 Lewis lograba el empate en una perdida de Telles. Rúben Dias rozaba el 2-1 en un córner al que respondía un paradón de Bono, que sí conseguía Julián Álvarez tras un pase de De Bruyne con la defensa muy adelantada. El tercero llegaba en otro regalo, una pérdida de José Ángel al intentar regatear a Julián Álvarez que acabaría en un zapatazo de Mahrez.
El Sevilla, con muchos problemas en la Liga ocupando puestos de descenso, se despide de manera triste de la Champions y sigue sin ofrecer buenas sensaciones con un derbi a la vuelta de la esquina en la que el eterno rival es el claro favorito con 13 puntos de diferencia, una situación que no se da desde la temporada 96-97.
