El príncipe Guillermo y su esposa Catalina dejarán el centro de Londres para instalarse cerca del castillo de Windsor, donde reside la reina Isabel II, una elección que ha tenido en cuenta el interés de sus hijos, anunció el lunes su gabinete.
Los duques de Cambridge se mudarán al Adelaide Cottage, una casa situada cerca del castillo, a unos 35 km al oeste de la capital.
En esta residencia, la familia estará cerca de la soberana, de 96 años, señaló una fuente próxima a la pareja, que hasta ahora vivía en el palacio de Kensington.
“Es una decisión que los dos padres han tomado para dar a sus hijos un inicio en la vida ‘lo más normal’ posible”, explicó una fuente cercana a la pareja, citada por la agencia Press Association.
“Querían dar a Jorge, Carlota y Luis un poco más de libertad que en el centro de Londres”, según la misma fuente.
Jorge, de nueve años, figura en tercer lugar en el orden de sucesión después de su abuelo Carlos, de 73 años, y su padre Guillermo.
Él, su hermana Carlota (siete años) y su hermano Luis (cuatro) serán escolarizados en un centro privado en Lambrook, a 20 minutos en coche de Windsor.
El arriendo del Adelaide Cottage y la mudanza serán financiados con los fondos personales de la pareja, así como los gastos de escolarización de los tres niños, estimados en más de 50 mil libras (59 mil dólares) al año.
Los duques de Cambridge, ambos de 40 años de edad, conservarán su base en Kensington, lugar de trabajo y de representación, como lo es el palacio de Buckingham para la reina.
El anuncio oficial de la mudanza, tras meses de rumores, coincide con el 25º aniversario de la muerte de la princesa Diana, la madre de Guillermo, en un accidente de coche en París.
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