Aunque sufrió en los primeros dos episodios, el de Tijuana salió hecho una fiera al tercero, en el cual un buen gancho le valió para apagar a un Figueiredo que había sido muy inteligente, pero que se esfumó tras esa acción.
No fue un triunfo tan fácil como se podría pensar, ya que en los primeros dos episodios el local -la pelea se desarrolló en Río de Janeiro- demostró por qué era el campeón, además de que enseñó que tenía bien analizado al tijuanense.
Aunque Moreno buscaba ir adelante, el brasileño siempre tuvo una respuesta, lo que se repitió en acciones en las que buscó derribarlo y acabó tomado del cuello y en grave riesgo de perder por sumisión.
Sin embargo, de este lado también se demostró que estaba preparado para lo que podía pasar, ya que cada vez que fue tomado acabó por zafarse e incluso con respuesta ofensiva basada en volados y jabs, una buena fórmula para superar a un rival que apostó por algún agarre.
Sin embargo, en el tercer episodio un bombazo de zurda acabaría con las intenciones de Figueiredo, quien inicialmente se quejó de un piquete, pero ya estaba totalmente afectado, al grado de que el médico determinó que no podía seguir, lo que llevó al final del encuentro.
Con información de Mediotiempo